Al ver la popularidad y casi patrimonio como se han acogido las Tunas y Estudiantinas en mi querida ciudad de Iquique, me hizo reflexionar sobre este tema, el ambiente cambia. Ver a mis viejos que esperan con entusiasmo la temporada estival para apostarse en los asientos dispuestos en el hemiciclo del Teatro Municipal. También de acompañar cada jornada a los tunos y esas noches de agotadora algarabía al compás de melodías acompañadas de esos panderos y de cintas coloridas que se desprenden de sus trajes.
Este Blog está dedicado a ellos.
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